(CATOLIN).- El Papa León XIV decidió no rezar durante su visita a la Mezquita Azul de Estambul, rompiendo con el gesto realizado por Benedicto XVI en 2006 y por Francisco en 2014. Aunque en el programa oficial se contemplaba un “breve momento de oración silenciosa”, el Pontífice prefirió continuar el recorrido por el templo cuando el muecín le ofreció la posibilidad de detenerse a orar.

La visita, que duró unos veinte minutos, se desarrolló en un ambiente de cordialidad. Como es costumbre, León XIV se descalzó para entrar en el histórico edificio del siglo XVII. El muecín Askin Musa Tunca, quien acompañó al Papa, relató que había sido informado de que el Pontífice rezaría en el lugar, pero que, al ofrecerle el espacio, León XIV respondió: “Está bien así, continuemos la visita a la mezquita”. El religioso musulmán no criticó la elección del Papa y expresó su satisfacción por recibirlo.

La decisión contrasta con la de sus antecesores. En 2006, Benedicto XVI se detuvo junto al gran muftí frente al mihrab y realizó una “meditación interna dirigida a Dios”, según explicó entonces el portavoz vaticano Federico Lombardi. Aquella visita ocurrió en medio de la controversia generada tras la conferencia de Ratisbona. Francisco, por su parte, en 2014 también rezó en silencio en la Mezquita Azul y posteriormente explicó que sintió la necesidad de hacerlo, elevando una oración “por Turquía, por la paz y por todos”.

Otra diferencia significativa del viaje actual es que la agenda de León XIV no incluyó una visita a Santa Sofía, transformada en mezquita en 2020 por decisión del presidente Erdogan. El edificio, inaugurado en 537 como basílica del Imperio bizantino, fue convertido en museo en 1934 por Atatürk antes de su reconversión al culto musulmán.

Más tarde, el Papa presidió la única Misa de su viaje a Turquía, celebrada en el Volkswagen Arena de Estambul ante más de 4.000 fieles. En su homilía, León XIV subrayó la necesidad de unidad entre los cristianos y la urgencia de la paz en un mundo marcado por la división.

El tono ecuménico estuvo presente en toda la celebración, que incluyó lecturas en armenio, arameo, inglés y turco. El Papa recordó que en Turquía conviven cuatro tradiciones litúrgicas —latina, armenia, caldea y siríaca— y señaló que esta diversidad revela la belleza de la Iglesia universal.

Con una referencia al estrecho del Bósforo, el Pontífice afirmó que, al igual que ese punto que une Asia y Europa, los cristianos están llamados a tender puentes: “¡Cuánta necesidad de paz, de unidad y de reconciliación hay a nuestro alrededor!”, proclamó.