(CATOLIN). – En un emotivo encuentro con jóvenes de 146 países, el Papa León XIV presidió la vigilia del Jubileo de la Juventud en Tor Vergata, Roma, recordándoles que la respuesta a la soledad, la incertidumbre y el deseo de auténtica bondad se encuentra en Cristo.

Frente a decenas de miles de peregrinos, León XIV abordó la fragilidad de las relaciones en la era digital y alertó: «Cuando la herramienta domina a la persona, la persona se convierte en herramienta del mercado». Reafirmó que la amistad verdadera solo es plena en Cristo, citando a San Agustín: «Ninguna amistad es fiel si no está en Cristo».

En su diálogo con los jóvenes, el Papa reflexionó sobre la parálisis que genera el miedo a decidir. Subrayó que «elegir es un acto humano fundamental» y recordó, con palabras de San Juan Pablo II, que toda búsqueda de felicidad es, en el fondo, búsqueda de Jesús. Invitó a confiar en el amor de Dios y destacó que las grandes decisiones, como el matrimonio, el sacerdocio o la vida consagrada, son caminos de libertad y entrega total.

León XIV dedicó un momento a recordar a María y Pascale, dos jóvenes peregrinas fallecidas rumbo a Roma, y pidió oraciones por ellas y sus familias: «Que Jesús Resucitado las acoja en su Reino de paz y alegría».

El Santo Padre instó a los jóvenes a cuidar su conciencia y mantener viva la esperanza practicando la justicia, sirviendo a los pobres y adorando a Cristo en el Santísimo Sacramento: «Aprendan, trabajen y amen imitando a Jesús, el buen Maestro que siempre camina a nuestro lado», dijo.

El encuentro culminó con una oración y adoración eucarística ante una custodia cargada de historia, vinculada a Pier Giorgio Frassati y San Juan Bosco. La vigilia cerró con cantos, testimonios y la promesa de una Iglesia viva que camina junto a su juventud.