(CATOLIN). – La oficina de beneficencia apostólica del Vaticano ha registrado un notable aumento del 30% en las solicitudes de bendiciones papales durante el primer mes del pontificado de León XIV. Así lo informó la Catholic News Agency (CNA), destacando que solo en junio se concedieron más de 20,000 bendiciones, superando ampliamente las cifras mensuales habituales de entre 12,000 y 15,000.

El cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio y responsable de las actividades caritativas del Vaticano, calificó este incremento como algo “nunca visto”. Durante mayo, tras el periodo de sede vacante, la reapertura de la oficina encargada de expedir los certificados atrajo una fila de fieles que serpenteaba fuera del edificio hasta casi alcanzar la puerta de Santa Ana del Vaticano. “Todos deseaban la bendición del nuevo Papa”, explicó el purpurado.

El volumen de solicitudes fue tan alto que, durante dos semanas de junio, se suspendieron temporalmente las peticiones en línea debido a la saturación del sistema.

La bendición apostólica del Papa —frecuentemente solicitada para ocasiones como bodas, primeras comuniones, aniversarios y cumpleaños— es una práctica profundamente arraigada en la tradición católica. Los certificados, firmados y sellados, pueden expedirse tras la aprobación de un párroco o un nuncio, especialmente para evitar su uso inapropiado, como en instituciones que contradicen los principios de la Iglesia, por ejemplo hospitales donde se practican abortos.

Desde 2014, la única forma legítima de obtener un certificado de bendición es en línea o directamente en el Vaticano. Cada pergamino tarda entre dos y tres semanas en procesarse y puede tener una presentación manual con caligrafía ornamentada o una versión impresa más legible. Sin embargo, todos incluyen elementos dibujados a mano.

El Vaticano solicita una donación de entre 23 y 35 dólares por cada certificado. Estos fondos se destinan íntegramente a las obras caritativas del Papa, como la ayuda de emergencia a países en guerra o afectados por desastres naturales. “Somos el socorro de emergencia del Papa León”, dijo el cardenal Krajewski. “La ambulancia que corre a ayudar”.

En 2024, la oficina de beneficencia distribuyó alrededor de 8 millones de dólares en ayuda global, en su mayoría procedente de estas bendiciones. “Las bendiciones nos ayudan a estar seguros de tener recursos para ayudar, y eso es algo hermoso”, concluyó Krajewski, recordando también el consejo del Papa Francisco: “Si este dinero no llegaba a los pobres, yo terminaría en el infierno”.

Este fervor inicial hacia León XIV no solo refleja el afecto de los fieles, sino también su confianza en el nuevo pontificado como instrumento de unidad, caridad y esperanza para la Iglesia y el mundo.