El Papa subraya que la acogida a las personas LGBTQ no implica cambios doctrinales y reafirma la importancia de la familia tradicional
– El Papa advierte que la acogida no implica cambios en la doctrina y remarca que la familia es el fundamento de la sociedad

León XIV
(CATOLIN).- En recientes declaraciones, el papa León XIV abordó el tema LGBTQ reconociendo que, aunque es una cuestión sensible y polarizante dentro de la Iglesia, su enfoque seguirá la línea marcada por el papa Francisco: la acogida de todas las personas, pero sin modificar la doctrina.
El pontífice explicó que no tiene un plan concreto en este momento, pero recordó el consejo de un cardenal del oriente global que describió la «obsesión del mundo occidental con la sexualidad». Según León XIV, en muchos lugares del planeta la identidad de una persona no se reduce a lo sexual, sino que las relaciones humanas se fundamentan en otros aspectos.
«Estoy intentando no seguir polarizando ni fomentar la polarización dentro de la Iglesia», señaló. Retomando las palabras de Francisco, recalcó: «Todos, todos, todos. Todos están invitados a entrar. Pero no invito a una persona por ser o no ser de una identidad específica. Invito a una persona porque es un hijo o hija de Dios, y decimos: todos sois bienvenidos, y vamos a conocernos y a respetarnos mutuamente».
El Papa admitió que existen voces que reclaman un cambio doctrinal, pero dejó claro que, en su opinión, «tenemos que cambiar las actitudes antes de cambiar nunca la doctrina». Subrayó además: «Me parece muy poco probable que, ciertamente en el futuro inmediato, la doctrina de la Iglesia en cuanto a lo que enseña sobre la sexualidad, lo que enseña sobre el matrimonio, vaya a cambiar».
Al reafirmar la enseñanza de la Iglesia sobre la familia, León XIV recalcó que el matrimonio es «entre un hombre y una mujer en un compromiso solemne bendecido por el sacramento». Criticó también a ciertos grupos eclesiales del norte de Europa que han promovido rituales de bendición para parejas del mismo sexo, asegurando que esto contradice lo dispuesto en Fiducia supplicans, documento aprobado durante el pontificado de Francisco.
El Papa reconoció la complejidad del debate en torno al matrimonio homosexual y el transgenerismo, aclarando: «Los individuos serán aceptados y recibidos. Cualquier sacerdote que haya escuchado confesiones habrá escuchado confesiones de todo tipo de personas, con todo tipo de problemas, todo tipo de estados de vida y decisiones que han tomado. Pero creo que la enseñanza de la Iglesia continuará tal como está».
Finalmente, León XIV insistió en la necesidad de apoyar a la familia natural: «La familia es padre, madre e hijos. Creo que el papel de la familia en la sociedad, que en ocasiones ha sufrido en las últimas décadas, debe volver a reconocerse y fortalecerse».
El Papa vinculó incluso la polarización social con la pérdida de hogares estables, afirmando que en la familia es donde las personas aprenden a amar, respetar, convivir y formar vínculos de comunión. «Si se elimina ese bloque básico de construcción, se vuelve muy difícil aprender eso de otras maneras», advirtió.
Transcripción y traducción de sus palabras
Más allá de las opiniones ideológicas muy marcadas que pueden existir sobre este tema (ndr:LGTBQ), ¿cómo piensa abordarlo?
Bueno, eh, no, no tengo un plan por el momento. Ya me han preguntado sobre eso un par de veces durante estos primeros meses, sobre la cuestión LGBT, qué vas a decir, y, y eh, recuerdo algo que me dijo un cardenal de la parte oriental del mundo, hace algún tiempo. Fue algo muy potente. Dijo que el mundo occidental está obsesionado con la sexualidad. Que, para algunas personas, la identidad de una persona se reduce completamente a su identidad sexual. Y, y para muchas personas en otras partes del mundo, esa no es la cuestión principal en cuanto a cómo debemos relacionarnos entre nosotros.
Así que, eso, debo confesarlo, lo tengo en mente, porque, como vemos en el Sínodo, cualquier cuestión relacionada con temas LGBTQ también es altamente polarizante dentro de la Iglesia. Y por ahora, debido a lo que ya he intentado demostrar y vivir en cuanto a mi comprensión de lo que significa ser Papa en este momento de la historia, estoy intentando no seguir polarizando ni fomentar la polarización dentro de la Iglesia. Y estoy intentando decir—esto lo dijo Francisco de forma muy clara cuando decía: «Todos, todos, todos». Todos están invitados a entrar. Pero no invito a una persona por ser o no ser de una identidad específica. Invito a una persona porque es un hijo o hija de Dios, y decimos: todos sois bienvenidos, y vamos a conocernos y a respetarnos mutuamente.
Y en algún momento, cuando surjan cuestiones concretas—obviamente, en algún momento, la gente quiere que la doctrina de la Iglesia cambie, y quieren que cambien las actitudes—creo que tenemos que cambiar las actitudes antes de cambiar nunca la doctrina. Me parece, eh, muy poco probable que, ciertamente en el futuro inmediato, la doctrina de la Iglesia en cuanto a lo que enseña sobre la sexualidad, lo que enseña sobre el matrimonio—ya he hablado del matrimonio—, como decía el Papa Francisco cuando era Papa, hablaba de la familia como un hombre y una mujer en un compromiso solemne bendecido por el sacramento del matrimonio. Pero incluso decir eso, entiendo que a algunas personas les siente mal y, y eh, ya en el norte de Europa están publicando rituales de bendición para personas que se aman, como ellos lo expresan, y eso va específicamente en contra del documento que aprobó el Papa Francisco, *Fiducia Supplicans*, que básicamente dice que, por supuesto, podemos bendecir a todas las personas, pero que no se puede ritualizar algún tipo de bendición, porque eso no es lo que enseña la Iglesia. Eso no significa que esas personas sean malas personas. Pero, y quiero decir, creo que es muy importante, una vez más, entender cómo aceptar a los demás que son diferentes de nosotros, cómo aceptar a las personas que toman decisiones en su vida y respetarlas.
Eh, pero, pero yo entiendo que este es un tema muy delicado y que algunas personas van a exigir decir: «Queremos el reconocimiento del matrimonio homosexual», por ejemplo, o «queremos el reconocimiento de las personas trans», que digan: esto está oficialmente reconocido y aprobado por la Iglesia. Los individuos serán aceptados y recibidos. Cualquier sacerdote que haya escuchado confesiones habrá escuchado confesiones de todo tipo de personas, con todo tipo de problemas, todo tipo de estados de vida y decisiones que han tomado. Eh, pero, pero creo que la enseñanza de la Iglesia continuará tal como está y, y eso es lo que tengo que decir al respecto por ahora. Muy importante. Las familias necesitan ser apoyadas, lo que llaman la familia tradicional, la familia es padre, madre e hijos. Creo que el papel de la familia en la sociedad, que en ocasiones ha sufrido en las últimas décadas, eh, creo que eso debe volver a reconocerse y fortalecerse. Y me pregunto en voz alta si la cuestión de la polarización y de cómo nos tratamos unos a otros no proviene también de situaciones en las que, eh, las personas no crecieron en el contexto de una familia donde aprendemos—ese es el primer lugar donde aprendemos lo que significa amar a los demás, cómo convivir con los demás, cómo tolerarnos mutuamente y cómo formar vínculos de comunión. Esa es la familia. Si se elimina ese bloque básico de construcción, se vuelve muy difícil aprender eso de otras maneras. Así que creo que ahí hay elementos muy clave que necesitan…

CEO de CATOLIN, Lic. en comunicación por la Universidad Anáhuac Veracruz Campus Xalapa, Mtro. en Mercadotecnia por la Universidad de Xalapa, Fotógrafo y rapero católico.




