(CATOLIN).– Después de dos años de suspensión, el cardenal Raymond Burke presidió una misa pontifical solemne según la forma extraordinaria del rito romano en la Basílica de San Pedro, como parte de la peregrinación Summorum Pontificum.

La celebración tuvo lugar el 25 de octubre en el Altar de la Cátedra, durante el segundo día de la peregrinación, que se desarrolla del 24 al 26 de octubre. Antes de la misa, los fieles participaron en una procesión desde la basílica de San Celso y San Giuliano hasta San Pedro.

La Summorum Pontificum, en su decimocuarta edición, tiene como propósito conducir a los peregrinos ad Petri Sedem (“a la Sede de Pedro”) para testimoniar “el apego que une a numerosos fieles de todo el mundo a la liturgia tradicional”, según indica el sitio web oficial del evento.

El inicio de la peregrinación se dio la tarde del 24 de octubre con las vísperas celebradas en la Basílica de San Lorenzo in Lucina, presididas por el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. La clausura se realizará el 26 de octubre con una misa solemne de Cristo Rey en la iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos.

Durante los años 2023 y 2024, la peregrinación no obtuvo la autorización de la oficina de liturgia de la Basílica Vaticana para celebrar la misa en el Altar de la Cátedra, según explicó el organizador Christian Marquant a CNA.

La participación superó ampliamente las expectativas. Cientos de peregrinos acudieron al evento, y algunos no lograron ingresar a la Basílica debido a la gran afluencia. Michael J. Matt, editor del medio The Remnant, compartió en redes sociales: “Justo al salir de la Basílica, me encontré con varios peregrinos decepcionados por no haber podido entrar, ya que el número de asistentes superó con creces lo previsto por el personal de seguridad. Lamento decepcionarlos, pero ¡fue todo un éxito!”.

El cardenal Burke ya había celebrado una misa en latín en el mismo altar durante la peregrinación de 2014, reafirmando así su cercanía a los fieles devotos de la liturgia tradicional.