El Vaticano desaconseja llamar a la Virgen María “Corredentora” y pide prudencia con el título “Mediadora”
– En compLa Nota doctrinal Mater Populi fidelis, firmada por el cardenal Víctor Manuel Fernández y aprobada por el Papa León XIV, aclara los límites teológicos de ciertos títulos marianos para evitar confusiones en la fe del pueblo.

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Por: Alejandra Villegas
(CATOLIN).- El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha publicado la Nota doctrinal Mater Populi fidelis. Sobre algunos títulos marianos referidos a la cooperación de María en la obra de la salvación, un documento de más de 50 páginas que busca clarificar el papel de la Virgen María en la Redención. La nota fue aprobada por el Papa León XIV el pasado 7 de octubre, memoria de la Virgen del Rosario, y está firmada por el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto, y Mons. Armando Matteo, secretario de la Sección Doctrinal.
Según el texto, “es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María”, ya que “corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo”. El documento subraya que “cuando una expresión requiere constantes aclaraciones para evitar malentendidos, se vuelve inconveniente y no presta un servicio a la fe del Pueblo de Dios”.
El Dicasterio recuerda que el Concilio Vaticano II evitó utilizar el término “Corredentora” por razones dogmáticas, pastorales y ecuménicas. Aunque san Juan Pablo II usó la expresión en ciertos contextos espirituales, el entonces prefecto Joseph Ratzinger señaló en 1996 que la doctrina contenida en esos títulos “no está madura” y carece de clara base en la Escritura y la Tradición apostólica. Más tarde, en 2002, el futuro Benedicto XVI calificó el término de “vocablo erróneo”. En la misma línea, el Papa Francisco afirmó en diversas ocasiones que “el Redentor es uno solo y este título no se duplica”.
Respecto al título de “Mediadora”, la Nota doctrinal indica que sólo puede entenderse en un sentido subordinado y participativo, nunca como una mediación paralela a la de Cristo. Reitera la enseñanza bíblica: “Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres” (1 Tim 2,5-6). En consecuencia, toda mediación mariana debe ser comprendida como expresión de su maternidad espiritual, no como una función que oscurezca la centralidad de Cristo.
El documento también aborda el título “Mediadora de todas las gracias”, señalando que “tiene límites que no facilitan la correcta comprensión del lugar único de María”. Explica que “ella, la primera redimida, no puede haber sido mediadora de la gracia recibida por ella misma”, y que “ninguna persona humana, ni siquiera la Santísima Virgen, puede actuar como dispensadora universal de la gracia. Sólo Dios puede regalar la gracia por medio de la Humanidad de Cristo”.
Al mismo tiempo, el Dicasterio reconoce que la devoción mariana popular es un tesoro que la Iglesia debe sostener y acompañar. No obstante, advierte sobre la proliferación de “grupos de reflexión mariana, publicaciones y solicitudes de nuevos dogmas” que, especialmente en redes sociales, pueden generar confusión y promover interpretaciones que equiparan a María con Cristo.
En contraposición a los títulos desaconsejados, el documento propone expresiones como “Madre de los creyentes”, “Madre espiritual” o “Madre del pueblo fiel”, que destacan la cooperación de María en la obra de la salvación sin disminuir la única mediación de su Hijo.
A pesar de su objetivo doctrinal, algunos observadores han señalado que, en un contexto de crisis de fe, templos vacíos y escasez de vocaciones, resulta llamativo que la Santa Sede dedique tanto esfuerzo a precisar conceptos teológicos poco discutidos por el pueblo fiel. La Nota, sin embargo, concluye recordando que la verdadera piedad mariana “no hace sombra a Cristo, sino que manifiesta su eficacia”, e invita a contemplar a María como “Madre del pueblo fiel”, modelo de discípula y servidora del misterio de la Encarnación.

Ale Villegas es jefa de redacción en CATOLIN, Licenciada en Derecho por la Universidad Veracruzana (UV) y en Geografía por la Universidad Veracruzana.




