(CATOLIN). – Después de más de una década de rigurosas investigaciones, la Santa Sede ha reconocido oficialmente un milagro eucarístico ocurrido en la localidad de Vilakannur, en el estado indio de Kerala. El hecho, que ya había suscitado devoción y peregrinaciones locales desde su aparición en 2013, ha sido confirmado por el Vaticano como un auténtico signo sobrenatural, fortaleciendo la fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

El prodigio se produjo el 15 de noviembre de 2013, durante la Misa matutina celebrada en la Iglesia de Cristo Rey, perteneciente a la diócesis siro-malabar de Tellicherry. Durante la liturgia, el sacerdote celebrante, padre Thomas Pethickal, advirtió con asombro una imagen que comenzó a formarse en la hostia consagrada: «una imagen inusual, que parecía mostrar el rostro de Jesucristo».

El fenómeno, observado también por algunos fieles presentes, se propagó rápidamente en la región, dando lugar a una ola de oración y veneración. En pocos días, la iglesia se transformó en un lugar de peregrinación espontánea.

Investigación rigurosa y prudencia eclesial

Desde el primer momento, las autoridades eclesiásticas actuaron con prudencia y responsabilidad. La hostia fue cuidadosamente preservada, evitando todo tipo de manipulación, y se abrió un proceso canónico y científico para esclarecer los hechos. Los estudios incluyeron peritajes médicos, análisis de partículas, estudios forenses de imagen y evaluaciones teológicas.

Este extenso y meticuloso proceso culminó el 9 de mayo de 2025, cuando el arzobispo Joseph Pamplany anunció públicamente:

«La Santa Sede ha reconocido oficialmente el evento como un milagro eucarístico. No existe explicación natural o humana que pueda justificar lo sucedido».

Con esta declaración, el Vaticano confirma que el suceso tiene un origen sobrenatural, atribuyéndolo a la acción directa de Dios como signo visible de la fe católica en la transubstanciación, es decir, en la transformación real del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo durante la Misa.

Una invitación a redescubrir la Eucaristía

Este milagro eucarístico se une a otros eventos similares reconocidos por la Iglesia a lo largo de los siglos, como los de Lanciano (Italia), Sokólka (Polonia) y Buenos Aires (Argentina). Todos ellos han servido para reavivar la fe de los fieles y para confirmar la enseñanza constante de la Iglesia sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía.

La diócesis de Tellicherry ha hecho un llamado a los fieles para que este reconocimiento no se quede en una admiración superficial, sino que impulse una renovada devoción eucarística.

«Este signo extraordinario es una invitación del cielo a volver nuestros ojos a lo esencial: Cristo vivo en el Santísimo Sacramento del altar», declaró monseñor Pamplany.