(CATOLIN).- Después de casi un mes de cautiverio, la misionera laica irlandesa Gena Heraty, con tres décadas de labor en Haití, fue liberada junto con otras personas secuestradas en el ataque a un orfanato ubicado en Kenscoff, en las afueras de Puerto Príncipe.

La organización Nuestros Pequeños Hermanos (NPH), con la que trabaja Heraty, confirmó la noticia y expresó su “profunda gratitud y un alivio que va más allá de lo que las palabras pueden expresar”. Indicaron además que todos los rehenes se encuentran a salvo, reciben apoyo médico y psicológico, y ya están reunidos con sus familias. Entre los liberados había un niño de tres años con discapacidad, cuya situación había causado especial preocupación.

No se han revelado detalles sobre la liberación por motivos de seguridad. Sin embargo, fuentes locales señalan que los responsables serían integrantes de una de las bandas armadas que controlan gran parte de la capital haitiana, dominada en un 85% por estos grupos, según datos de Naciones Unidas.

La familia de la misionera agradeció los esfuerzos internacionales y locales que hicieron posible su liberación y pidió respeto a la privacidad de Heraty durante su recuperación: “Estamos profundamente agradecidos a todos los que trabajaron incansablemente en estas terribles semanas para garantizar su regreso a salvo”.

El secuestro de Heraty se suma a la ola de violencia que asola Haití. Solo en la primera mitad de 2025, más de 350 personas fueron raptadas en el país, reflejo de la creciente inseguridad y del control que las bandas ejercen sobre amplias zonas del territorio. En este contexto, la labor de misioneros y organizaciones humanitarias como NPH sigue siendo tan arriesgada como vital para los sectores más vulnerables.