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Hoy celebramos al Sagrado Corazón de Jesús

– La Solemnidad del Sagrado Corazón, revelada a Santa Margarita María de Alacoque, recuerda a los fieles el misterio del amor de Cristo y sus promesas a quienes se acogen a esta devoción

Hoy celebramos al Sagrado Corazon de Jesus

Sagrado Corazón de Jesús. Foto por: Rolando Tobit (CATOLIN)

(CATOLIN). – Hoy, viernes 27 de junio de 2025, la Iglesia universal celebra la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Esta festividad de primera clase, instaurada oficialmente por el Papa Pío IX en 1856, tiene sus raíces en las revelaciones privadas que recibió Santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII.

Fue el mismo Jesús quien, en junio de 1675, pidió que el viernes siguiente a la octava del Corpus Christi se le dedicara una fiesta especial para honrar a Su Corazón. El Señor prometió que, ese día, su Corazón “se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de su divino amor sobre quienes le hagan ese honor”.

Como expresó San Juan Pablo II, esta solemnidad “recuerda el misterio del Amor que Dios alberga por los hombres de todos los tiempos”. Por ello, desde el año 2002, también se celebra en esta fecha la Jornada Mundial de Oración por la santificación de los sacerdotes.

La imagen que conmueve al alma

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús no es una obra simbólica más. Se trata de una manifestación concreta del mismo Cristo que se apareció a Santa Margarita María y le mostró su Corazón herido por el desprecio de los hombres. Cada elemento de esta imagen tiene un profundo significado:

El Corazón

Aunque en la Biblia el amor se asocia con las entrañas, Jesús eligió mostrar su corazón, sede del entendimiento y la voluntad, porque se adapta a nuestra sensibilidad: quiso hablarnos con un lenguaje de amor que todos pudiéramos comprender.

La corona de espinas

Recuerda los sufrimientos aceptados por Cristo con mansedumbre. Al ver la imagen, no podemos olvidar que el Rey del universo se dejó coronar con espinas por nosotros, llamándonos a vivir con humildad y mansedumbre.

La cruz sobre el corazón

La cruz no está al lado ni al pie: surge del corazón. Esto nos recuerda que el sacrificio de Cristo nace del amor, y que cada cruz que cargamos en nuestra vida puede convertirse, si se acepta con fe, en camino de redención.

El fuego

Jesús dijo: “He venido a traer fuego a la tierra” (Lc 12, 49). El fuego de Su Corazón simboliza ese amor ardiente que quiere encender nuestras almas, librarnos de la tibieza y purificarnos para amar como Él ama.

Las 12 promesas del Sagrado Corazón

En mayo de 1673, Jesús comunicó a Santa Margarita María Alacoque doce promesas para quienes se entreguen con devoción a su Sagrado Corazón. Estas promesas no son privilegios automáticos, sino frutos de una relación viva y transformadora con Cristo. Él nos invita a vivir en comunión con su Corazón, aprendiendo de su mansedumbre y humildad (cf. Mt 11,29).

Estas son las 12 promesas:

  1. Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
  2. Estableceré la paz en sus hogares.
  3. Los consolaré en todas sus aflicciones.
  4. Seré su refugio en la vida y sobre todo en la muerte.
  5. Bendeciré grandemente todas sus empresas.
  6. Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
  7. Las almas tibias crecerán en fervor.
  8. Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección.
  9. Bendeciré el hogar o sitio donde esté expuesto Mi Corazón y sea honrado.
  10. Daré a los sacerdotes el don de tocar los corazones más empedernidos.
  11. Los que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en Mi Corazón.
  12. Prometo que quienes comulguen los primeros viernes de mes durante nueve meses seguidos no morirán en desgracia ni sin recibir los sacramentos. Mi Corazón será su refugio seguro en la hora de la muerte.

Una devoción viva en la historia de la Iglesia

La devoción al Sagrado Corazón ha sido sostenida y promovida por grandes santos, congregaciones y Papas a lo largo de los siglos. San Claudio de la Colombière, jesuita y confesor de Santa Margarita, fue el primer gran defensor de esta espiritualidad. Posteriormente, la Compañía de Jesús extendió la devoción a todo el mundo, especialmente en América Latina.

Varios Papas han reafirmado su importancia doctrinal y pastoral:

  • León XIII, con la encíclica Annum Sacrum (1899), consagró el mundo entero al Sagrado Corazón.
  • Pío XI, en Miserentissimus Redemptor (1928), exhortó a los fieles a reparar por los pecados cometidos contra el Corazón de Jesús.
  • Pío XII, en Haurietis Aquas (1956), ofreció una profunda reflexión teológica sobre esta devoción.
  • Juan Pablo II, impulsó la Jornada Mundial de Oración por los sacerdotes en esta solemnidad.

Más recientemente, el Papa Francisco dejó como herencia espiritual su encíclica Dilexit Nos (2024), en la que afirma:

“La devoción al Corazón de Cristo no es el culto a un órgano separado de la persona de Jesús. […] Se toma al corazón de carne como imagen o signo privilegiado del centro más íntimo del Hijo encarnado y de su amor a la vez divino y humano” (Dilexit Nos, n.48).

el corazón de la Iglesia y del mundo

Hoy más que nunca, la humanidad necesita volver su mirada al Corazón de Cristo. El mundo ofrece promesas vacías, pero sólo en Jesús encontramos un amor eterno, fiel, paciente y transformador. Miles de familias, sacerdotes, congregaciones y fieles individuales han puesto su vida bajo la protección del Sagrado Corazón.

Un ejemplo tangible de esta confianza es la Basílica del “Sacro Cuore” en Roma, cuya construcción fue encomendada a San Juan Bosco por el Papa León XIII. Fue gracias a la generosidad de los devotos que este templo se convirtió en un signo visible de la realeza del Corazón de Cristo.

Un llamado al amor

La Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús no es sólo una tradición piadosa: es una llamada urgente al amor. Como lo recuerda el fuego en la imagen, Cristo desea inflamar nuestros corazones, sanarnos y hacernos sus testigos.

Que hoy, al contemplar Su Corazón, podamos responder con generosidad, reparando las ofensas que recibe y llevando su amor a todos los rincones del mundo.

¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!
¡Feliz fiesta para todos los lectores de Catolin!

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