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Matrimonio y sus 7 hijos asesinados por nazis, serán beatificados

– En 2004 se inauguró en Markowa un monumento en recuerdo de Józef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos.

Matrimonio beatificado

Józef y Wiktoria Ulma. Foto por: Dominio Público

(CATOLIN).– Józef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos asesinados por los nazis en 1944 por haber escondido en su casa a ocho judíos, serán beatificados el 10 de septiembre de 2023, en Markowa, así lo anunció la Arquidiócesis de Przemyska en Polonia.

En un comunicado la Arquidiócesis expresó: “Nos complace anunciar que el Papa Francisco ha decidido que la ceremonia de beatificación de los venerables Józef y Wiktoria Ulma, y sus 7 hijos, tendrá lugar el 10 de septiembre de 2023, en Markowa”.

Entre otras cosas, el comunicado cita que el representante del Santo Padre para esta celebración será el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Cardenal Marcello Semeraro.

El martirio del matrimonio polaco y sus hijos, “asesinados por odio a la fe el 24 de marzo de 1944 en Markowa (Polonia)”, durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconocido en diciembre del 2022 por el Papa Francisco.

Su testimonio

El 24 de marzo de 1944, una patrulla nazi rodeó la casa de Józef y Wiktoria Ulma y descubrieron a ocho judíos que se habían refugiado en la finca Ulma y los ejecutaron.

La policía nazi mató a Wiktoria, que estaba embarazada de siete meses, y a Józef. Cuando los niños comenzaron a gritar al ver a sus padres asesinados, también fueron asesinados.

El postulador de la causa de la familia Ulma, P. Witold Burda, dijo que dentro de la casa se encontró una Biblia en la que se había subrayado con un bolígrafo rojo la parábola del Buen Samaritano.

Agregó que Józef y Wiktoria eran conocidos en su comunidad por estar “dispuestos a ayudar a cualquiera que tocara a su puerta”.

“Construyeron su familia sobre el fundamento de la fe con fidelidad a los dos mandamientos esenciales: el mandamiento de amar a Dios y el mandamiento de amar al prójimo”.

Entre otras cosas, enfatizó que la singularidad del proceso de canonización de la familia Ulma radica en que los candidatos a los altares, aparte de los padres, son todos niños, quienes murieron con edades que oscilan entre el año y medio y los ocho años.

Los nombres son Maria, Antoni, Franciszek, Władysław, Barbara, Stanisława, y el séptimo era un niño no nacido que Wiktoria Ulma llevaba en su vientre.

En 1995, el instituto Yad Vashem reconoció a Józef Ulma y a su esposa Wiktoria, como Justos de las Naciones, reconocimiento otorgado a los no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar a hijos del pueblo hebreo.
En 2004 se inauguró en Markowa un monumento en recuerdo de Józef y Wiktoria Ulma y sus siete hijos.

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