(CATOLIN).- La comunidad católica de Morelia, en el estado mexicano de Michoacán, llevó a cabo un acto de desagravio luego del incendio provocado en la rectoría de la Sagrada Familia, ocurrido el 27 de noviembre. El fuego causó destrucción de imágenes y diversos objetos religiosos dentro del inmueble.

La Fiscalía General del Estado de Michoacán informó que un hombre ingresó al recinto con la intención de “apoderarse de diversos objetos de valor” y, minutos después, provocó un incendio que generó daños materiales estimados en 793,062 pesos, equivalentes a unos 43,300 dólares. El presunto responsable fue retenido por vecinos y entregado a las autoridades.

El 28 de noviembre, frente al templo clausurado de manera provisional, los fieles celebraron un acto de reparación. En redes sociales, la rectoría expresó: “Ni el fuego puede detener a un pueblo que confía en Dios”, recordando el dolor del incidente, pero también la solidaridad que surgió entre los feligreses.

La comunidad destacó signos de esperanza como “la unidad, la fe y el amor por nuestra Iglesia”, y afirmó que, donde hubo preocupación, “hoy hubo fortaleza” y que “la luz de Cristo […] nada ni nadie puede apagar”. Asimismo, señaló que el siniestro no divide a los fieles, sino que los une y fortalece.

En conferencia de prensa el 30 de noviembre, el Arzobispo de Morelia, Mons. Carlos Garfias Merlo, afirmó que aún se desconocen los motivos del robo y del incendio, y que se espera el avance de las investigaciones. Indicó que, a diferencia de otros casos motivados claramente por el robo, este incidente “pareciera que tiene mayor trascendencia”, aunque aún no hay conclusiones oficiales.

El arzobispo llamó a la feligresía a mantener la prudencia, a cuidar los lugares de oración y a evitar “fanatismos religiosos” o provocaciones ante los hechos.