Compartir

Estudiante denuncia curso con contenido sexual explícito en universidad jesuita de California

– Naomi Epps Best, cristiana y madre de familia, afirma haber sido forzada a participar en actividades contrarias a su fe en un curso obligatorio sobre sexualidad en la Universidad de Santa Clara.

Estudiante denuncia curso con contenido sexual explicito en universidad jesuita de California

Captura de pantalla

(CATOLIN). – Una estudiante cristiana ha encendido la polémica al revelar los controvertidos contenidos de un curso de sexualidad humana en la Universidad de Santa Clara, institución de identidad jesuita en el estado de California. Naomi Epps Best, de 26 años, denunció haber sido obligada a ver material explícito, leer relatos eróticos sadomasoquistas y redactar una detallada autobiografía sexual como parte del programa académico.

Epps Best, madre de un hijo de un año y estudiante del programa de terapia matrimonial y familiar, compartió su testimonio en una columna publicada en The Wall Street Journal. Según relata, eligió esta universidad por su tradición católica, esperando que su cosmovisión religiosa fuera respetada, aunque no necesariamente reforzada por la institución. Sin embargo, sus intentos de obtener tareas alternativas o ajustes al contenido fueron rechazados por la profesora Chongzheng Wei y por la administración universitaria.

«No esperaba una formación religiosa, pero sí un respeto básico por las convicciones personales. En cambio, fui tratada como si mis creencias fueran una molestia», declaró Epps Best al National Catholic Register.

Entre las actividades del curso, se incluía una autobiografía sexual de entre 8 y 10 páginas, que debía abordar desde experiencias tempranas hasta objetivos sexuales futuros, acompañados de un “plan de acción”. También se pedía a los alumnos escribir sobre aspectos que no les gustaran de sus genitales para que otro compañero lo leyera en voz alta. Según la estudiante, tales dinámicas vulneraban su dignidad y conciencia.

Uno de los momentos más críticos fue cuando la clase proyectó un video gráfico de bondage. «Cuando terminó, el profesor sonrió y preguntó si queríamos probarlo. Me marché del aula de inmediato», escribió en su blog.

La universidad defendió su curso, señalando que cumple con los requisitos legales del estado de California para quienes buscan obtener la licencia de terapeuta matrimonial y familiar (MFT). Mediante una nota, la institución aseguró haber ofrecido alternativas a la estudiante, afirmación que ella niega rotundamente.

Tras abandonar la asignatura, Epps Best experimentó un retraso en su avance académico y una carga económica adicional, ya que deberá completar su formación con otras materias. Su solicitud de reembolso fue rechazada.

En su carta abierta a la universidad, la estudiante exigió la eliminación del trabajo autobiográfico obligatorio, el respeto a la objeción de conciencia por motivos religiosos y garantías para poder concluir sus estudios sin represalias. “Los terapeutas ya no son formados para acompañar neutralmente, sino como agentes ideológicos del cambio cultural”, advirtió.

Etiqueta


Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *