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El Decanato Centro celebra su primera peregrinación en honor a San Rafael Guízar y Valencia

– Cientos de fieles caminaron desde la Parroquia de San José hasta la Catedral Metropolitana, donde el arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong presidió la Eucaristía en honor al santo obispo de Veracruz.

El Decanato Centro celebra su primera peregrinacion en honor a San Rafael Guizar y Valencia

Peregrinación del decanato Centro de Xalapa. Foto por: Alejandra Villegas/CATOLIN

Por: CATOLIN

(CATOLIN).– El pasado miércoles 22 de octubre de 2025, por primera vez se instituyó la peregrinación del Decanato Centro hacia la tumba de San Rafael Guízar y Valencia, con el propósito de que las parroquias y fieles más cercanos a la Catedral Metropolitana de Xalapa puedan rendir homenaje al santo obispo de Veracruz, en el marco de su fiesta litúrgica.

La peregrinación partió puntualmente a las 7:30 horas desde la Parroquia de San José. Cientos de fieles, con cantos y el rezo del Santo Rosario, recorrieron aproximadamente un kilómetro hasta llegar a la Catedral, encabezados por la imagen de San Rafael Guízar y Valencia y por monaguillos provenientes de las diferentes parroquias del Decanato Centro.

Entre las comunidades participantes destacaron la Catedral Metropolitana de Xalapa, San José, Nuestro Señor del Calvario, Emperatriz de las Américas, María Madre, Los Corazones y El Beaterio. El Evangelio fue proclamado por el Pbro. Sotero, párroco de Nuestro Señor del Calvario.

La procesión culminó con la celebración de la Santa Misa en la Catedral Metropolitana, presidida por el arzobispo de Xalapa, Mons. Jorge Carlos Patrón Wong, quien en su homilía invitó a los fieles a reconocer la gracia de contar con un santo en la propia arquidiócesis.

“¿Cuántas diócesis de México y del mundo tienen a un santo obispo?”, cuestionó el arzobispo, subrayando la riqueza espiritual del Decanato Centro por albergar los restos de San Rafael Guízar y Valencia.

Durante su predicación, Mons. Patrón Wong destacó que a quien se le ha confiado mucho, se le pide también mucho:

“Hemos recibido mucho —dijo— y se nos ha confiado mucho. No podemos estar dormidos ni caminar por el camino más fácil. Quien ha recibido tanto amor debe amar intensamente todos los días”.

El prelado exhortó además a la comunidad a ser “fieles y prudentes” en el servicio cotidiano, haciendo lo que corresponde con alegría y amor.

“La fidelidad se convierte en fecundidad —expresó—. Cuando un padre, una madre, un niño o un anciano hace lo que le toca con fe y amor, los dones se multiplican. Así se construye la civilización del amor que San Juan Pablo II tanto promovía”.

Finalmente, el arzobispo agradeció a los sacerdotes, familias, niños y jóvenes del Decanato Centro su participación en esta histórica peregrinación, animándolos a mantenerse “vigilantes, activos y llenos de la alegría del Evangelio, como verdaderos discípulos misioneros de Jesucristo”.



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