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“Toda voz que produce división viene del demonio”: Arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong en el primer Domingo de Cuaresma

– Recordó a los fieles la importancia de los sacramentos para vencer las tentaciones, así como el acompañamiento de unos con otros.

“Toda voz que produce división viene del demonio”: Arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong en el primer Domingo de Cuaresma

Mons. Jorge Carlos Patrón Wong. Foto tomada por: Arquidiócesis de Xalapa

(CATOLIN).- Durante la homilía del primer domingo de Cuaresma, Mons. Patrón Wong, Arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, reflexionó sobre las tentaciones en el desierto que pasó Jesús.

Inició recordado que el tentador hace su aparición cuando las debilidades humanas se hacen presentes aprovechando tales situaciones: “el tentador se presenta ante Cristo precisamente cuando hay debilidades normales de la humanidad… siempre se nos presenta cuando estamos débiles”.

Invitó a los fieles a no saciar sus necesidades de manera irracional, sin corazón y sin sentimiento, movidos por el egoísmo interior, olvidando que somos hijos de Dios.

Al reflexionar sobre la primera tentación, la de convertir las piedras en pan advirtió que: “hacer que nuestra vida cristiana, nuestra vida familiar y nuestra vida social se centre únicamente en cosas materiales es quitarnos nuestras capacidades de ser humanos”.

“Quien se dedica únicamente a lo material tiene un vacío, porque la persona hombre no se sacia con lo material y con los excesos como la comida, la bebida, el desorden sexual… Que no nos traten como animales, ni como cosas, porque cuando vivimos, así como animales o como cosas o tratamos a otros así, queda un vacío enorme”, agregó.

Sobre la segunda tentación advirtió del peligro de exigir milagros a Dios: “no podemos tentar a Dios pidiéndole o exigiendo milagros, para que nuestra vida de fe esté basada en cosas espectaculares, novedosas, vistosas. Nuestra vida no es simplemente un éxito, una imagen en donde nos aplaudan de fuera, sino nuestra vida está colocada en la confianza en Dios”.

Luego, habló sobre la tercera tentación en la que el Evangelio habla de que el demonio pidió a Jesús que lo adorara a cambio del poder de todos los reinos, al respecto, el Arzobispo mencionó que “tenemos una dignidad, no vamos a someternos al mal, al pecado, y al que produce sufrimiento”.

Recordó pedir el auxilio del Paráclito: “Frente a las tentaciones nunca olvidemos la acción del Espíritu Santo, la fortaleza que nos da, nunca olvidemos la voz amorosa del Padre y si a veces nos olvidamos de ello no olvidemos la mirada y la voz de María nuestra madre en los momentos de tentación”.

Finalmente, recordó a los fieles la importancia de la vida sacramental para vencer las tentaciones: “no pienses que lo vas a hacer solo, necesitamos a Dios, necesitamos de la iglesia, de los sacramentos, de la oración, necesitamos de nuestra familia, necesitamos de María, juntos vencemos, nunca solos, siempre unidos, como familia de Dios”.

Advirtió sobre los malos consejos: “nunca olvidemos también que todas las cosas que escuchemos, todos consejos que vengan y que produzcan división vienen directamente del espíritu divisor”.

“Todo lo que sea división, todos los consejos que escuchen, de quien sea, de influencias, de medios, de comunicación, de redes sociales, de supuestos amigos y amigas que te estén provocando dividir a tu familia, acabar con tu familia, acabar con tu fe… romper ahí, donde tú trabajas o dentro de la iglesia o en un grupo apostólico todo lo que sea división viene del mal, escucha la voz que viene del bien”, concluyó.

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