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Mons. Munilla considera “contraria al Evangelio” declaración sobre la JMJ del futuro Cardenal Aguiar

– “Queremos dar a conocer Cristo al mundo. Por eso se hicieron las Jornadas Mundiales de la Juventud, para que Cristo sea conocido y Cristo sea amado”, dijo Mons. Munilla.

Mons. Munilla considera contraria al Evangelio declaracion sobre la JMJ del futuro Cardenal Aguiar

El Obispo Auxiliar de Lisboa, Mons. Aguiar, y el Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. Munilla. Crédito: redes sociales

(CATOLIN).– Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela-Alicante, señaló que la expresión “no queremos convertir a los jóvenes a Cristo” del Obispo Auxiliar de Lisboa, Mons. Américo Aguiar sobre la JMJ resultó “muy impropia, además de contraria al Evangelio”.

En el programa Sexto Continente de este viernes 14 de julio, transmitido por Radio María y dirigido por Mons. Munilla, el Prelado analizó la polémica surgida a raíz de la reciente afirmación del futuro Cardenal Aguiar.

Mons. Munilla explicó que, pese a tales declaraciones “obviamente, lo que estaban subrayando” era un deseo de que la JMJ sea una ocasión de encuentro entre jóvenes católicos, cristianos de otras denominaciones, de otros credos e incluso ateos, la expresión “produjo una gran sorpresa”.

Recordó también que Mons. Aguiar la matizó en diálogo con ACI Digital, asegurando que la JMJ “no es ni debe ser un evento de proselitismo” y que su intención fue subrayar que “la Iglesia no impone, sino que propone”.

Además, consideró que, más allá de las matizaciones, la frase originaria fue “muy impropia, además de contraria al Evangelio”, pues la llamada a la conversión y a creer en el Evangelio “se identifica con el ministerio público de Jesús”.

En este sentido, Mons. Munilla realizó una reflexión que ha titulado «Proselitismo, llamada a la conversión y encíclica Fratelli tutti», porque lo generado por las palabras de Mons. Aguiar “está mostrando la necesidad de una aclaración de estos conceptos”.

1.- “No al proselitismo”

En primer momento, recordó que la invitación frecuente del Papa Francisco de decir “no al proselitismo” la realizó por primera vez en referencia a unas palabras concretas de Benedicto XVI: “La Iglesia crece por testimonio, no por proselitismo”.

Entonces, cuando se usa este término, se quiere subrayar “la pretensión de que alguien pase a tener tu fe hasta el punto de llegar a hacerlo de una manera obsesiva y no respetando la libertad de esa persona”.

Destacó que “no es lo mismo decir que no al proselitismo que decir que no a la llamada a la conversión”.

Cuando el Papa pide evitar el proselitismo, señala el Obispo de Orihuela-Alicante, se refiere a una acción predicadora que no dé suficiente importancia al testimonio, que no respete los tiempos de las personas, que las “arrolle” y no las escuche.
También se caería en el proselitismo cuando se supedita la caridad a la pertenencia religiosa, porque “al corazón del hombre hay que acceder en gratuidad”.

Esta actitud proviene de una falta de confianza en que “el que convierte es el Espíritu Santo”, subrayó que la Iglesia prohíbe de forma severa “el hecho de que se induzca la conversión a través de medios indiscretos, forzando”.

Para Mons. Munilla es preocupante que se incida en este rechazo al proselitismo “sin la explicación suficiente”, porque “muchos están llegando a creer que el proselitismo es sencillamente llamar a la conversión”.

  1. Apostolado: “Sólo Cristo nos puede salvar”

En un segundo momento, Mons. Munilla abordó la cuestión del apostolado, subrayando que el mensaje de Jesucristo “id por todo el mundo y proclamar el Evangelio” no es “cuestión de gustos”.

“El Evangelio nos habla de que es importante acoger a Jesucristo para que el hombre pueda recibir la salvación de Dios. Sólo Cristo nos puede salvar”, enfatizó, si bien “aquellos que no hayan tenido culpabilidad en ese no haber conocido a Jesucristo podrán salvarse”.

Ilustró esta explicación con la nota doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe titulada Acerca de algunos aspectos de la evangelización del año 2007.

En ella se rechaza que se ponga en duda “la legitimidad de proponer a los demás lo que nosotros consideramos que es una verdad revelada por Jesucristo y que deberían conocerla”, detalló Mons. Munilla.

En consecuencia, el respeto a la libertad religiosa y a la pluralidad “nunca puede convertirse en la excusa para la indiferencia entre la verdad y el bien” porque “la urgencia de la invitación de Cristo a evangelizar nos concierne a todos”.

Mons. Munilla puso como ejemplo la “parresía” de los Apóstoles, quienes seguían evangelizando aunque los metieran en la cárcel o les violentaran: “Les pegaban una paliza para que dejasen de predicar y seguían”. Por ello, llamó a no confundir proselitismo con apostolado, porque “es una confusión que deja al Evangelio en silencio. Es como dejar el Evangelio invalidado”.

  1. “Mala comprensión” de Fratelli tutti

En tercero expuso cómo a su juicio “detrás de este confusionismo hay también una mala comprensión de Fratelli tutti”, encíclica publicada por el Papa Francisco en octubre de 2020.

Mons. Munilla desentraña el sentido de la fraternidad a la que hace referencia la encíclica y que se propone como punto de partida para colaborar en un mundo entre creyentes de diversas confesiones y no creyentes.

A juicio del Obispo, la mala comprensión de la afirmación “somos hermanos porque en el fondo tenemos un Padre común” está propiciando un relativismo que lleva a asegurar que “todas las religiones son básicamente iguales”. En consecuencia, “la proclamación explícita del Evangelio es innecesaria”.

Mons. Munilla explica que hay que distinguir tres niveles de significado en la expresión “Dios es Padre de todos”.

En primer lugar, se refiere a la creación, “que es el nivel en el que habla Fratelli tutti”; un segundo de corte providencial, que alude a que Dios se manifiesta “en favor de todos, no sólo de los bautizados”; y un tercero vinculado a la redención, que se sitúa en el plano sobrenatural.

En este sentido el Prelado ha aclarado que la redención “tiene que ser libremente acogida para poder participar de la filiación divina de Jesucristo. Eso no se recibe por creación. Todo el mundo, no”.

“Si esto no se entiende bien, entonces se dice: ‘¡Oh, Fratelli tutti! Dios es Padre de todos y todos somos hermanos. Entonces déjate de predicar, de proclamar el Evangelio”, enfatizó.

Agregó que “es muy importante superar esa visión igualitarista. No, todas las religiones no son iguales. Jesucristo es el revelador del Padre. Y la pluralidad estará bien en la medida en que sea el punto de partida para llevarnos a la plena unidad en Dios”.

En este sentido, “Jesucristo no fue un moderador de pluralismos, sino un maestro de la verdad”.
¿Cómo medir el éxito de una JMJ?

Mons. Munilla, finalmente afirmó que “lo propio del Evangelio es la llamada a la conversión” y que quien recibe ese anuncio y lo acoge “se convierte en altavoz”.

Por ello, señaló que “una jornada Mundial de la Juventud se evalúa principalmente por dos parámetros: la cantidad de conversiones y de vocaciones que se suscitan. Queremos dar a conocer Cristo al mundo. Por eso se hicieron las Jornadas Mundiales de la Juventud, para que Cristo sea conocido y Cristo sea amado”, concluyó.

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