(CATOLIN).- En su homilía del pasado 29 de abril, Mons. Jorge Carlos Patrón Wong, Arzobispo de Xalapa, invitó a la reflexión sobre la presencia viva y resucitada de Cristo entre nosotros, destacando la relevancia de permanecer en él y dar frutos como discípulos misioneros.

Durante su intervención, el Arzobispo resaltó la conexión entre las enseñanzas de la Pascua y la vivencia cotidiana de la fe, utilizando la parábola de «La Vid y el Sarmiento» para ilustrar la relación de Jesús con sus seguidores. Destacó tres mensajes fundamentales que pueden atesorarse en la vida de cada persona.

El primero de estos mensajes es la importancia de la permanencia. Mons. Patrón Wong destacó que, a diferencia de los animales, las plantas y los árboles permanecen en un mismo lugar. Utilizando esta idea, instó a los presentes a recordar la importancia de permanecer en la única raíz que es Jesucristo y en la Iglesia Católica. Subrayó que, si bien existen muchos aspectos en la vida que implican movimiento y cambio, es esencial permanecer en Cristo como la fuente de nuestra fe, esperanza y amor.

En segundo lugar, el arzobispo enfatizó que la permanencia en Cristo implica una relación recíproca: «ustedes permanezcan en mí y yo permanezca en ustedes». Destacó que esta conexión bidireccional con Jesús nos permite disfrutar plenamente de la presencia de Cristo en nuestras vidas y nos capacita para vivir en conformidad con su voluntad. Invitó a los presentes a permitir que Jesús permanezca en ellos en todo momento, en cada aspecto de sus vidas, desde la oración hasta las acciones cotidianas.

Finalmente, Mons. Patrón Wong subrayó la importancia de dar frutos como resultado de permanecer en Cristo. Utilizó la imagen de un árbol frondoso y fructífero para ilustrar cómo cada persona puede ser un instrumento de bien para los demás, dando frutos de amor, compasión y servicio. Destacó que todas las acciones y esfuerzos en la vida cristiana deben dirigirse hacia este fin último: dar frutos para el Reino de Dios y para el bien de los demás.