(CATOLIN).- El Obispo nicaragüense Rolando Álvarez, después de haber sido excarcelado brevemente, regresa a la cárcel “La Modelo” ante su negativa de abandonar el país.

Las negociaciones para su liberación y exilio en Roma entre el gobierno de Ortega y un representante del Vaticano y propio Obispo fracasaron.

Este es el segundo intento fallecido de la dictadura de Ortega de liberarse del Obispo Álvarez. La primera vez que Monseñor rechazó salir de la cárcel se dio en febrero de este año cuando el régimen ordenó la liberación y el exilio de 220 presos políticos.

Poco tiempo después Monseñor Rolando fue condenado por la dictadura de Daniel Ortega a más de 26 años de prisión por supuesta “traición a la patria”.

De acuerdo con el diario Confidencial, Monseñor Rolando “no aceptó los términos impuestos para su destierro”.

Según una fuente diplomática citada por la agencia EFE, Monseñor Álvarez fue excarcelado el lunes por la noche, durante las fallidas negociaciones y desde entonces estuvo bajo el resguardo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua en la capital del país, Managua.

Monseñor Rolando se habría negado nuevamente a abandonar Nicaragua, como exigía el Gobierno de Ortega, “salvo que el Papa Francisco lo ordenara” explica la fuente.

“Monseñor Rolando Álvarez no quiere salir de Nicaragua. Quiere ser libre, sin condiciones, en su país”, señaló en redes sociales el obispo hondureño José Antonio Canales, quien ha estado al tanto de la situación.

Al ser consultado por EL PAÍS, monseñor Canales declaró: “responde a que conozco personalmente a monseñor Rolando Álvarez; he intercambiado con él tanto en Honduras como en Nicaragua, es un hombre de un temple firme, seguro; sabe dónde se planta y no es de claudicar fácilmente”.

Por su parte, el obispo auxiliar de Managua, Nicaragua y exiliado en Miami, Estados Unidos desde abril de 2019 monseñor Silvio Báez, aseguró que monseñor Álvarez “no se iría de Nicaragua por ningún motivo, a menos que el Papa se lo mandara”.

“Así que no hay nada que negociar. Conozco a Rolando y nunca negociará una decisión de conciencia que ha tomado y que yo comprendo plenamente. En 2019, yo habría hecho lo mismo que él. Yo nunca me hubiera ido desterrando de mi País. Si salí fue en obediencia al Papa, que me lo mandó”, subrayó.