(CATOLIN).- En los últimos días, al menos 82 cristianos fueron asesinados en la región congoleña de Kivu Norte, víctimas de ataques atribuidos a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo yihadista relacionado con el Estado Islámico.

Entre el 9 y el 16 de agosto, se registraron asaltos en las provincias de Beni y Lubero, donde 52 personas perdieron la vida. Estos hechos incluyeron secuestros, destrucción de viviendas y el desplazamiento forzoso de familias enteras.

Pocos días después, en la aldea de Bapere, otros 30 cristianos fueron asesinados y más de un centenar de personas resultaron secuestradas. Testigos reportaron que varias de las víctimas fueron atacadas con cuchillos y que numerosos hogares fueron incendiados, obligando a los sobrevivientes a huir para salvar sus vidas.

Organizaciones humanitarias que operan en la zona han advertido que esta nueva oleada de violencia está teniendo un impacto devastador en la población cristiana y temen que en las próximas semanas los ataques y el número de víctimas continúen en aumento.

A pesar de la gravedad de la situación, tanto las autoridades del Congo como la comunidad internacional han sido criticadas por su inacción frente a estas masacres, que se repiten con frecuencia en la región.