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Los dos obispos chinos fieles a la dictadura comunista se vuelven a su país en mitad del Sínodo

– «provienen de los obispos obedientes al gobierno, no son verdaderos pastores del pueblo.» Cardenal Zen

vaticano china

Imagen referencial. Foto por: pixabay

(CATOLIN).-En pleno Sínodo vaticano sobre la sinodalidad, dos obispos de China continental regresarán a su país antes de que finalice la asamblea sinodal. La partida de Mons. Antonio Yao Shun, obispo de Jining, y Mons. Joseph Yang Yongqiang, obispo de Zhoucun, ha suscitado interrogantes sobre las razones detrás de su prematura salida de Roma.

La excusa alegada por el Vaticano

Los dos obispos chinos decidieron abandonar el Sínodo antes de su conclusión, alegando el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, que su partida se debía a «necesidades pastorales» en sus respectivas diócesis. Sin embargo, no se han proporcionado detalles sobre la naturaleza urgente de estas necesidades, ni se ha explicado por qué los obispos no pudieron permanecer unos días más en Roma para cumplir con sus responsabilidades sinodales.

Estuvieron en Nápoles

Durante su estancia en Italia, los obispos chinos también viajaron a Nápoles, donde celebraron una misa en la Chiesa della Sacra Famiglia dei Cinesi (Iglesia de la Sagrada Familia de los Chinos). La iglesia, construida en 1732 como parte de un instituto fundado por el Papa Clemente XII, tiene un significado histórico en la relación entre la Iglesia católica y China.

Los obispos chinos concelebraron la Misa y depositaron una reliquia de San Pablo Wu Wanshu, un mártir chino asesinado en 1900 durante la rebelión de los bóxers. Además, Mons. Yang participó en la peregrinación sinodal a las catacumbas de Roma y compartió su impresión sobre esta experiencia, calificándola como «una profunda experiencia ver de primera mano dónde está la Iglesia, dónde empezó mi fe.»

Además del Sínodo, Yang también participó en el Comité Nacional 2023 de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un órgano de asesoramiento político vinculado al Partido Comunista Chino. Durante esta reunión, se discutió la integración de la Iglesia católica con el pensamiento del partido y su alineación más estrecha con el presidente Xi Jinping.

Mons. Yang, ordenado con la aprobación del Vaticano en 2010, ostenta el cargo de vicepresidente de la conferencia de obispos católicos sancionada por el gobierno chino y lidera la Asociación Patriótica Católica China desde diciembre de 2016.

Mons. Yao, por su parte, fue el primer obispo consagrado en China bajo los términos del acuerdo sino-vaticano en 2019. Ha desempeñado un papel importante en la comisión litúrgica supervisada por la Asociación Patriótica Católica China y el Consejo de Obispos Chinos.

A pesar de haber sido considerados inicialmente como miembros con derecho a voto del XVI Sínodo Ordinario de los Obispos, los dos obispos chinos ya no estarán presentes en la votación final del documento de síntesis al final de la asamblea de este mes, repitiendo un patrón similar al de los obispos chinos en el Sínodo de los Jóvenes de 2018, que también abandonaron la asamblea antes de su conclusión.

Críticas desde Hong Kong

En una entrevista con el Catholic Herald, el cardenal Jospeh Zen, obispo emérito de Hong Kong, expresó su preocupación sobre los dos obispos chinos, alegando que «provienen de los obispos obedientes al gobierno, no son verdaderos pastores del pueblo.» Zen destacó que tanto la Iglesia oficial como la Iglesia clandestina en China enfrentan una persecución creciente, incluso después del acuerdo secreto entre el Vaticano y China.

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