(CATOLIN).- Seis monjas pertenecientes a la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de Victoria, Argentina, arribaron a Roma el pasado 3 de enero para establecerse en el Mater Ecclesiae. El Cardenal Vérgez, presidente de la Gobernación, les dio la bienvenida en el aeropuerto de Fiumicino.

La invitación personal del Papa Francisco, plasmada en una carta manuscrita fechada el 1 de octubre de 2023, fue el catalizador que condujo a la decisión generosa de las monjas de unirse a la comunidad monástica en el monasterio que fungió como residencia de Benedicto XVI durante casi una década, desde su renuncia hasta su fallecimiento.

El Cardenal Vérgez Alzaga, quien acudió de madrugada para recibir a las monjas, expresó su satisfacción por la llegada de estas religiosas argentinas. Conformarán la comunidad monástica en Mater Ecclesiae, un espacio que ha vuelto a albergar órdenes contemplativas, cumpliendo con la visión de Juan Pablo II, quien canónicamente erigió el monasterio contemplativo con el objetivo de «apoyar al Santo Padre en su preocupación diaria por toda la Iglesia».

En consonancia con los estatutos del monasterio, se establece la rotación de diferentes órdenes monásticas cada cinco años. Las benedictinas argentinas toman el relevo, retomando la tradición que se vio interrumpida en noviembre de 2012 debido a obras de restauración.

Tan pronto como llegaron a Mater Ecclesiae, las monjas se dirigieron a la Gruta de Lourdes en los Jardines Vaticanos. Allí, ante la estatua de la Virgen María, realizaron cantos y oraciones, reafirmando su compromiso con la vida contemplativa y su papel fundamental en el apoyo espiritual a la Iglesia, en concordancia con la esencia del Mater Ecclesiae. Este complejo, nombrado en honor a María, Madre de la Iglesia, se convierte nuevamente en un espacio de reflexión, oración y servicio a través de la adoración, alabanza y reparación.