(CATOLIN).- El proceso de beatificación del catedrático mexicano, Arturo Álvarez, ha dado un paso significativo. Álvarez, conocido por su dedicación a la enseñanza y su compromiso con el Opus Dei, ha completado el proceso diocesano en la diócesis de Guadalajara en México. Este importante acontecimiento fue clausurado en una ceremonia presidida por el Cardenal Arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, en presencia de testigos, colegas, exalumnos y diversas personalidades.

Arturo Álvarez, nacido el 5 de mayo de 1935 en Ciudad Guzmán, Jalisco, fue el último de los ocho hijos de Magdaleno Álvarez Rodríguez y María de Jesús Ramírez Rosales. Tras obtener su grado en Ingeniería Química en la Universidad de Guadalajara, Álvarez se desempeñó como profesor universitario durante más de tres décadas, dejando una huella profunda en la educación.

En 1963, Álvarez tuvo un encuentro con el Opus Dei y se unió formalmente en 1974. Durante su tiempo como profesor, no solo se preocupaba por la formación académica de sus alumnos, sino que también compartía la importancia de la santidad en las actividades cotidianas. Su devoción y ejemplo de vida lo convirtieron en el primer Agregado de la Prelatura del Opus Dei y el primer mexicano en proceso de beatificación en esta institución.

El proceso de clausura del Proceso Diocesano sobre la vida, virtudes y fama de santidad de Arturo Álvarez Ramírez contó con la participación de destacadas personalidades, como el Rector del CUCEI de la Universidad de Guadalajara, Dr. Marco Antonio Pérez Cisneros, y el Vicerrector de la UP Guadalajara, Dr. Sergio Velázquez Rodríguez.

El Padre Jesús, Postulador asignado de la Causa de Arturo Álvarez, destacó: «Entre fórmulas químicas y tubos de ensayo, luchó fiel y generosamente por responder a la gracia de Dios para buscar la santidad, a través del cumplimiento de los deberes de su vida ordinaria y mediante el ejercicio de una labor docente verdaderamente excepcional realizado por espacio de más de 30 años.»

El proceso ha recopilado 39 declaraciones individuales que testimonian el conocimiento directo acerca de la vida, virtudes y fama de santidad de Arturo Álvarez. Estos testimonios serán enviados al Dicasterio para la Causa de los Santos en Roma, donde se continuará la evaluación y consideración de su posible beatificación.

El Cardenal Arzobispo, José Francisco Robles Ortega, enfatizó que, si bien el proceso diocesano ha sido un paso importante, la decisión final sobre la declaración de santidad recae en el Papa. La ceremonia de clausura concluyó con la firma de las actas garantes y la estampación de los sellos correspondientes que dan validez al acto, preparándose para ser enviados a la Congregación de la Causa de los Santos en la Curia Romana.