(CATOLIN).- El gobierno francés ha iniciado acciones legales contra el Abbé Matthieu Raffray, un sacerdote católico, por sus declaraciones que describen la homosexualidad como un pecado. Este acontecimiento ha generado un intenso debate sobre la libertad religiosa y la censura en Francia.

El sacerdote, conocido por su celebración de la Misa tradicional en latín y su presencia activa en las redes sociales entre los católicos franceses, compartió un video en su cuenta de Instagram como parte de sus enseñanzas de Cuaresma. En el video, explicó que la homosexualidad es una «debilidad», comparándola con otros pecados y vicios humanos.

Las declaraciones del Abbé Raffray provocaron una fuerte reacción por parte de Aurora Bergé, Ministra para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y la Lucha contra las Discriminaciones, quien las calificó de «vergonzosas» y solicitó a la fiscalía que investigara el asunto.

Suite à des propos insupportables relatifs à l'homosexualité et que je me refuse à reproduire ici, j'ai demandé à la @DILCRAH de procéder à un signalement au procureur de la République sur le fondement de l'article 40.

Je ne laisserai rien passer face à la haine, quelle qu'elle…

— Aurore Bergé (@auroreberge) March 20, 2024

La Ministra Bergé también acusó al sacerdote de promover indirectamente las «terapias de conversión», las cuales están prohibidas en Francia desde 2022. Este señalamiento se basó en un comentario anterior del Abbé Raffray en Twitter, donde afirmaba que «cada retiro espiritual es una terapia de conversión».

Toute retraite spirituelle est une thérapie de conversion.

Depuis les débuts du catholicisme, des chrétiens se retirent du monde pour se retrouver devant le Seigneur afin de devenir meilleur.

Méconnaissance crasse & procès d'intention : un condensé des procédés du lobby LGBT. https://t.co/aS9ODbrUip

— Abbé Matthieu Raffray ⚔️🙏🏻 (@AbbeRaffray) January 31, 2024

La reacción del gobierno francés ha despertado preocupación entre defensores de la libertad religiosa, quienes ven en estas acciones un intento de censurar la enseñanza moral tradicional de la Iglesia Católica. Abbé Raffray, en una entrevista con el semanario católico Famille Chrétienne, expresó su preocupación por este intento de intimidación y reafirmó que solo estaba citando el Catecismo de la Iglesia Católica en sus enseñanzas y en particular el §2357:

«La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso».

Este no es el primer enfrentamiento entre la Iglesia Católica y las autoridades francesas sobre la cuestión de la homosexualidad. En 2022, la asociación Renaissance Catholique fue llevada a juicio por comentarios similares, aunque la sentencia confirmó que estos no eran discriminatorios.

La reacción del gobierno francés evidencia una hostilidad hacia la moral cristiana, según críticos y defensores de la libertad religiosa. Sin embargo, dada la jurisprudencia previa y el respeto a la libertad de expresión y religión en Francia, es poco probable que las acciones legales contra Abbé Raffray resulten en una condena.