(CATOLIN).- Durante la rueda de prensa organizada por la arquidiócesis de Xalapa para informar sobre la «Presentación del Año Juvenil Vocacional», el Arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, respondió a una reportera de Televisa Veracruz acerca de la polémica generada por «Fiducia Supplicans» y la “bendición a parejas homosexuales”.

Ante la pregunta de la reportera sobre si en Veracruz se otorgaría algún tipo de bendición especial, Mons. Jorge Carlos Patrón recordó lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado:

«La bendición que se da es para cada persona, por ser hijo de Dios; todos la recibimos».

Recordó que todas las personas son bendecidas durante y al final de cada Eucaristía:

«Todos los hijos e hijas de Dios son bendecidos en Veracruz por los sacerdotes. Cada vez que celebramos una eucaristía, hay una bendición para todos».

También destacó que la caridad de la Iglesia llega a todos, así como la importancia del encuentro con Dios:

«Cada vez que alguien, sea hombre, mujer, niño, niña, adolescente o anciano, se acerca para pedir una bendición, es decir, por el deseo de encontrarse con Dios… todos los sacerdotes lo hacemos, todos».

Incluso recordó que, desde su llegada, él mismo ha bendecido a todas las personas dentro y fuera del templo con cariño y amor:

«No solo en el templo; en la calle, en el mercado, en el lugar de trabajo. Tengo esa experiencia hermosísima en la Arquidiócesis de Xalapa, donde voy, la gente, desde niños hasta ancianos, me pide la bendición, y con cariño y amor, a todos se la damos». Además, añadió: «No preguntamos, simplemente todos somos hermanos, hijos de Dios, y todos somos personas. Todos necesitamos a Dios».

Finalmente, subrayó que, si alguien se acerca a la Iglesia, encontrará el consuelo que necesita en sus situaciones particulares:

«Todas las personas reciben consuelo a través de la bendición, y cada una sabe qué tipo de consuelo necesita de Dios: a veces es por un enfermo, la pérdida de trabajo, una situación matrimonial difícil, una tensión familiar o laboral». Recalcó: «No preguntamos, simplemente damos las bendiciones porque todos necesitamos de Dios, y todos recibimos de Dios un consuelo; Dios sabe cuál, y esa es la que el sacerdote da en Veracruz».

Cerró su mensaje expresando su alegría por pastorear la Arquidiócesis de Xalapa:

«Estoy muy feliz de ser Arzobispo de Xalapa porque Dios nos pide, a imitación de San Rafael quizá, ser una bendición para los demás».